REGIÓN

¡¡¡Y que mejor manjar, para acompañar los suculentos platos, nuestros vinos y licores de la región….
Como no sólo de comida vive el hombre, no está de más apagar la sed con dos de los licores más típicos de la región, como son: el resolí de Cuenca, que se prepara con aguardiente, café, canela, clavo, corteza de naranja y azúcar, y la cuerva, hecho a base de agua, azúcar, limón y vino.
Hablando de vino, qué mejores representantes de los vinos manchegos que los elaborados bajo la Denominación de Origen Valdepeñas. La capital del vino de Castilla-La Mancha -región cuya producción ha sido, hasta hace poco tiempo, superior a la suma de las del resto de las comunidades autónomas- recibe al visitante con una hilera de enormes tinajas que antiguamente almacenaron cientos de arrobas de vino. Tal vez las mismas en las que se conservó el vino que volvió loco a Don Quijote y tanto gustaba a su padre, Miguel de Cervantes.
Como no sólo de comida vive el hombre, no está de más apagar la sed con dos de los licores más típicos de la región, como son: el resolí de Cuenca, que se prepara con aguardiente, café, canela, clavo, corteza de naranja y azúcar, y la cuerva, hecho a base de agua, azúcar, limón y vino.
Hablando de vino, qué mejores representantes de los vinos manchegos que los elaborados bajo la Denominación de Origen Valdepeñas. La capital del vino de Castilla-La Mancha -región cuya producción ha sido, hasta hace poco tiempo, superior a la suma de las del resto de las comunidades autónomas- recibe al visitante con una hilera de enormes tinajas que antiguamente almacenaron cientos de arrobas de vino. Tal vez las mismas en las que se conservó el vino que volvió loco a Don Quijote y tanto gustaba a su padre, Miguel de Cervantes.
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